Detrás de Dhyana Soul hay una madre, una hija y una máquina de coser. Ellas son María, Melisa y “La Refrey”. María se ha dedicado durante varios años, de forma profesional, a la costura, y en los últimos años lo hace más como hobby. Ella se sienta frente a la máquina para “hacer algún arreglo rápido” y casi sin querer se enreda entre hilos y se le pasan las horas dando puntadas sobre telas; es su manera de desconectar del mundo exterior y de toda preocupación que le pueda estar rondando la cabeza, es su forma de relajarse.